30 años de El Silencio de los Inocentes: La relevancia de Clarice Starling

Hace unos meses, mientras perdía el tiempo viendo el catálogo de merchandising de cine en Amazon, me di cuenta de que sobre El Silencio de los Inocentes todos los productos existentes giraban alrededor de la figura de Hannibal Lecter.

En lo personal esto fue decepcionante puesto que ya había imaginado en mi librero el Funko de mi personaje favorito de la que ha sido por mucho tiempo mi película favorita, Clarice Starling.

Si bien es cierto que una de las razones por las que esta cinta ha permanecido en el imaginario colectivo a lo largo de las últimas tres décadas es la figura del psiquiatra asesino interpretado por Anthony Hopkins, también es verdad que el personaje de Jodie Foster parece haber sido relegado de la conversación. Lo anterior resulta irónico considerando que justo la minimización es uno de los varios obstáculos que Clarice Starling enfrenta en esta historia.

Orion Pictures Corporation | 1991

Dirigida por Jonathan Demme y basada en la obra homónima de Thomas Harris, El Silencio de los Inocentes sigue a Clarice (Jodie Foster), una cadete del FBI que ha sido elegida para ayudar en la captura del asesino en serie conocido como Buffalo Bill (Ted Levine) y para cumplir con esta tarea, deberá aceptar la asesoría de otro criminal, Hannibal Lecter (Anthony Hopkins).

Clarice es una mujer en un mundo dominado por hombres y Demme se encarga de mostrarnos esto en diferentes momentos de la película. Uno de los ejemplos más claros cuando  el equipo del FBI llega hasta la funeraria en la que se encuentra una de las víctimas. Clarice es rodeada por los policías locales, quienes la miran como si cuestionaran su presencia en el lugar.

Es así que continuamente vemos como las habilidades de esta joven investigadora son puestos en duda, incluso por sus colegas quienes únicamente ven en ella a alguien a quien podrían conquistar.

Pero no son los únicos. Lecter, consciente del potencial de la joven, usa el pasado que la atormenta como mero entretenimiento y satisfacción personal. Esta dinámica llega a tal grado que él comienza a sentir simpatía por ella, mientras que Clarice no puede sentir más que repulsión.

Pese a todo, ella hace uso de sus aptitudes e ingenio para resolver el misterio, además de demostrarse a sí misma que cuenta con la fortaleza para superar la situación de peligro en la que se encuentra.

Orion Pictures Corporation | 1991

Desde hace unos años, la conversación sobre cómo son representados los personajes femeninos en las películas ha adquirido mayor relevancia. Poco a poco se ha reconocido la necesidad de lograr un retrato que muestre a las mujeres no como seres homogéneos sino como entes con distintos caracteres y emociones, en particular en el cine de acción, género que históricamente ha sido protagonizado por hombres.

Si bien es cierto que ha habido avances, pensar que sólo por incluir mujeres con súper poderes o con una actitud ruda (algo que no está mal en sí mismo) ya se ha alcanzado la meta, resulta una visión muy limitada.

A principios de 2021 la cadena CBS estrenó Clarice, serie que nos contaría que fue de la novata agente del FBI un año después del caso Buffalo Bill. Esta parecía una buena oportunidad para conocer mejor a Clarice y, ahora sí, dar el reconocimiento que merece el personaje. Lamentablemente la serie fue cancelada luego de una temporada debido a las malas críticas.

Pese a esta mala experiencia, Clarice Starling sigue siendo uno de los mejores ejemplos de un personaje bien construido, uno que usa su inteligencia y capacidades pero que al mismo tiempo tiene dudas y debilidades; las cuales logra usar a su favor y así crecer en diferentes niveles.

Lo anterior no busca reducir la importancia adquirida por el personaje de Hannibal Lecter a lo largo de todo este tiempo (hacer eso sería menospreciar el enorme trabajo de Anthony Hopkins), pero sí me parece importante que Clarice también ocupe el lugar que se merece dentro de la cultura pop.

Texto publicado originalmente en Filmsteria!

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