El espionaje corporativo ha llegado a su máxima expresión, especialmente con el trabajo que hace Dom Cobb y su equipo. No acechan a sus víctimas, no se meten a escondidas a oficinas, ellos van más allá; se meten a sus sueños.
Debido a este trabajo y a una falsa acusación es que Dom no puede regresar a su casa con sus hijos y debe mantenerse oculto de las autoridades de Estados Unidos. Una última oportunidad para regresar con su familia se presenta cuando un empresario japonés lo obliga a ayudarlo a eliminar a la empresa que compite contra la suya.
El origen es la nueva película de Christopher Nolan, la cual nos presenta una idea bastante interesante, la de manipular los sueños (hablando de temáticas para el cine), lo que para el director es posible, desde la óptica de la ciencia ficción.
Desde su estreno se habló de lo complicado que podría resultar la trama de la cinta pues se introducía en unos de los temas más estudiados y menos comprendidos por los científicos, el de los sueños.
Y a decir verdad, esta complejidad es evidente, pues el espectador tiene que poner mucha atención a lo que ve para poder entender la trama de la película. Eso sí, es difícil más no imposible de entender siempre y cuando estemos dispuestos a comprar la premisa de la cinta: los sueños pueden ser controlados por otros. Pasando este obstáculo todo está resuelto.
La producción de la misma es sobresaliente especialmente si hablamos de rubro de efectos especiales. Basta con ver las escenas de París o las secuencias de acción, destacando claro aquellas donde se juega con la gravedad. Sin duda la generación Matrix ha sido superada por el resultado conseguido por Nolan.
La edición de la película resulta fundamental para entender como los protagonistas pasan los diferentes niveles de sueños y de esta manera entender la propia cinta como la producción de una puesta en escena.
En el tema del reparto este resulta muy adecuado, logrando buena química entre ellos. Sin duda el trabajo hecho por Leonardo Dicaprio (Cobb, el líder), Ken Watanabe (Saito, el turista), Joseph Gordon-Levitt (Arthur, el productor), Marion Cotillard (Mal, la esposa) y Ellen Page (Ariadne, la arquitecta) son los más sobresalientes.
Pero al igual que una moneda, la otra cara de la cinta también tiene sus detalles. Si bien la cinta juega con el “todo es posible en el mundo de los sueños” el guion llega a tener un buen número de incongruencias. Hay escenas y/o detalles, a lo largo de la historia, que no sabemos si fueron dejados así a propósito o se trata de errores del director pero de ser percibidos podrían hacer dudar al espectador en más de una ocasión.
Con todo ellos la película funciona, los asistentes a las salas de cine estarán bastante entretenidos, por una parte tratando de no perderse ningún detalle y por el otro disfrutando de las bien logradas escenas de acción.
Al final quedarán muchas dudas, pero seguramente Nolan contaba con ellas para causar la sensación de que todo puede ser más que un sueño, lo único que bastará saber es si tiene lo suficiente para convertirse una cinta de referencia para la industria, hasta ahora los números en taquilla dicen que lo hará, falta ver lo que diga el público al salir de la sala.
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Ficha Técnica
Titulo original: Inception/ País: Estados Unidos/ Año: 2010/ Director: Christoper Nolan/ Elenco: Leonardo DiCaprio, Ken Watanabe, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Ellen Page, Tom Hardy, Michael Caine/ Guion: Christoper Nolan/ Fotografía: Wally Pfister/ Música: Hanz Zimmer/ Duración: 148 minutos