No, Black Panther no es la mejor película de Marvel aunque si es la que presenta el discurso más atractivo hasta ahora.
Ubicada inmediatamente después de lo ocurrido en Capitán América: Civil War, la más reciente entrega del Marvel Cinematic Universe, nos narra el regreso del recién nombrado rey T’Challa (Chadwick Boseman) a Wakanda, un reino que se ha mantenido al margen del resto del mundo. Y es en esta forma de vida, que se encuentra uno de los primeros temas interesantes de la película.
Ante el resto de naciones, Wakanada se presentan como un país agricultor del tercer mundo, sin embargo, esto solo es una pantalla para ocultar una región prospera y tecnológicamente avanzada gracias a sus yacimientos de vibranium, el metal más fuerte (y al parecer multiusos) del planeta.
En su empeño por proteger este recurso, han dado la espalda a los problemas del mundo, algo con lo que no todos están de acuerdo entre ellos Erik Killmonger (Michael B. Jordan), uno de los villanos mejor logrados por Marvel en mucho tiempo.
Para Killmonger, la indiferencia con la que Wakanda y sus gobernantes han tratado a sus hermanos es un insulto, pues ha orillado a la marginación no solo a quienes viven en el continente africano, también a aquellos que se encuentran en otras regiones del mundo.
Es así que el director Ryan Coogler, nos plantea una de las historias más interesantes dentro del universo Marvel, lo malo es que se las ingenia para hacerlo de forma un tanto aburrida.
Lo anterior no significa que sea una mala película (porque no lo es), pero cae en uno de los problemas más comunes en el cine de superhéroes: la solemnidad.
Black Panther reúne múltiples referencias a la cultura y al continente africano: sonidos, colores y texturas; haciendo de ella una cinta sonora y visualmente atractiva (ejemplo de ello, la secuencia de animación del inicio).
Sin embargo, tanto Coogler como sus actores parecieran estar demasiado conscientes de la relevancia que este título tendrá entre el público, que se olvidan de darle un poco de emoción al asunto. Curioso además que la principal característica del MCU, o sea el humor, se sienta tan desencajado de la historia y los personajes.
Afortunadamente tenemos a las mujeres de Wakanda para salvar el día, y es ahí donde aparece el otro tema a destacar en esta producción.
Hasta ahora, los personajes femeninos en Marvel habían jugado un papel poco relevante. Incluso los más arrojados como el de Zoe Saldana (Gamora) en Guardianes de la Galaxia o Tessa Thompson (Valkyrie) en Thor: Ragnarok, no habían logrado un peso tan determinante como sí lo tienen los interpretados por Lupita Nyong’o (Nakia), Danai Gurira (Okoye) y Letitia Wright (Shuri). Es en ellas, en sus decisiones y sus acciones, que la película gana cierta agilidad.
Ya lo decía antes, Black Panther no es el mejor título de Marvel, pero sí es el que ha logrado una conexión muy particular con los espectadores, en especial con el público negro, quienes por décadas no se habían sentido representados por una película de estas dimensiones.
Mención especial merece la primera escena post créditos en la ONU, en la que aprovechan para dar un pequeño golpe a nuestro villano de la vida real (léase Trump), algo que por cierto, resulta bastante atípico para Marvel.
Al igual que ocurrió en 2017 con Mujer Maravilla (y que muy probablemente se repita con Captain Marvel), la relevancia de Black Panther está más allá de la pantalla grande. Lo cual, tampoco está del todo mal.
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Ficha Técnica
Titulo original: Black Panther/ País: Estados Unidos/ Año: 2018/ Director: Ryan Coogler/ Elenco: Chadwick Boseman, Michael B. Jordan, Lupita Nyong’o, Danai Gurira, Letitia Wright, Martin Freeman, Daniel Kaluuya, Angela Bassett, Forest Whitaker, Andy Serkis/ Guion: Joe Robert Cole, Ryan Coogler/ Música: Ludwig Göransson/ Fotografía: Rachel Morrison/ Duración: 134 minutos
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