Crítica | Camino

Altafilms, 2010

Para una niña, tener la posibilidad de experimentar por primera vez el amor resulta más complicado de lo que podría imaginarse, especialmente si ella está a punto de morir y no sólo eso sino que su muerte representen el ascenso a los altares.

Es justamente lo que le sucede a Camino, una pequeña española que padece una enfermedad muy grave que poco a poco acorta su vida por lo que en muy poco tiempo tendrá que  la conducirá a ver no sólo la vida sino el amor mismo desde otra perspectiva.

Sin embargo, no sólo el amor, en su forma más convencional, está presente en la historia pues también el amor a Dios hace acto de presencia haciendo que cada integrante de la familia de Camino viva la enfermedad de una forma distinta.

De entrada ya se ve complicado el asunto como para salir airoso y sin embargo hay que añadir que la familia pertenece al Opus Dei, una corriente muy conservadora de la religión católica, lo que complica un poco más las cosas.

La cinta, dirigida por Javier Fesser y protagonizada por Nerea Camacho, Carmen Elías y Mariano Venancio, toca una sensibilidad que muy pocas películas logran y nos ofrece una historia que nos hace querer tomar partido.

Si el director se propuso causar controversia no lo sabemos pero no cabe duda que lo logro, pues toca un tema del que muy poco logran salir sin heridas, la fe. Para muchos la fe tiene que ver con la religión que se profese, para otros va más allá, de ahí que quien la vea tome partido según sus creencias y es precisamente el tema religioso el que más toca dentro de la historia.

Para lograr este cometido, Fesser nos presenta a una familia española compuesta de un padre entregado a sus hijas, una madre sumamente devota a su fe en Dios, una joven que ha decidido entregar sus años a la vida religiosa y una niña que por ahora se ocupa de vivir.

Justo esa diferencia en cada personaje hace que nos vayamos percatando de cómo una decisión tomada por alguien cercano a nosotros puede influir en nuestra vida, en el caso de Camino su madre es quien parece decidir que es adecuado o no.

A lo largo de la historia vamos conociendo que es justo ella quien parece dirigir la vida de sus hijas dejándoles muy pocas opciones a ellas. Pero  al mismo tiempo somos testigos de una lucha que disputa Camino en su interior, con la esperanza de lograr lo que más quiere.

Hay que decirlo, las actuaciones son realmente buenas, de verdad convencen que esta historia está ocurriendo, por lo que es fácil dejarnos llevar por cada acontecimiento y en más de una ocasión nos sacará algunas lágrimas.

Por otro lado, hay que destacar que el director utiliza algunas herramientas, como los efectos especiales, para poner el dedo en la llaga y conmover aún más al espectador.  A tal extremo es lo provocado por la cinta que resultaría increíble que fuera verdad y es justo lo que la vuelve más extraordinaria pues está basada en sucesos reales.

Hay que destacar que esta película es otro más de los estrenos tardíos que llegan a nuestras salas cinematográficas pues se estrenó en 2008, de hecho la cinta recibió muy buenas críticas tanto en el público como en la crítica española, lo que le concedió varios premios Goya.

Por momentos es perturbadora, basta con ver el inicio de la cinta para darse cuenta de ello.  En otros se convierte en una experiencia de autoconocimiento que podría llevar a preguntarnos, ¿hasta dónde nos puede llevar nuestra fe?, o incluso ¿hasta dónde nos debe llevar la fe de otros?

Altafilms, 2010

Altafilms, 2010

 

************

Ficha Técnica 

Titulo original: Camino/País: España/Año: 2008/Director: Javier Fesser/Elenco: Nerea Camacho, Carmen Elías, Mariano Venancio, Manuela Vellés/Guion: Javier Fesser/Fotografía: Alex Catalán/Duración: 143 minutos