En el año 2002, llego hasta un grupo de periodistas del Boston Globe el caso un menor que fue abusado, en el que el principal sospechoso del crimen resultó ser un sacerdote católico. Conforme fue avanzando su indagación, los reporteros descubrieron que ese era sólo uno de uno de muchos casos de pederastia a lo largo de varias décadas. Se trataba de un escándalo de proporciones mundiales.
Tratar un tema como este ya es complicado. Trasladarlo a la pantalla grande todavía más. Afortunadamente, Thomas McCarthy logra hacer de En primera plana un gran ejemplo de buen cine.
Su guion es el gran punto fuerte de esta producción. En ningún momento se aborda el tema de forma lastimera, pues no busca provocar compasión gratuita. Tampoco expone el asunto de manera amarillista y eso se agradece.
La película es una muestra de sutileza, pues no requiere de poner en pantalla los abusos cometidos en contra de infantes para provocar indignación, basta con los testimonios de las víctimas (ya como adultos), lo que resulta igualmente estremecedor.
Además, es a través de las imágenes que el director muestra el poder que una institución como la iglesia católica puede tener no sólo entre las familias, sino en las propias comunidades donde se establecen. Algo que queda demostrado cuando muchas de las entrevistas que realiza el equipo tienen de fondo alguna iglesia.
Pero En primera plana no sólo es el escándalo también es una muestra de lo que debería ser el trabajo periodístico, en especial el de investigación.
En la actualidad, el periodismo ha sido sepultado por la nota del día. Lo que importa es la información inmediata, ya no hay tiempo para la indagación con rigor. Para quienes hemos tenido la oportunidad de trabajar en un periódico o algún medio de comunicación, es también un recordatorio de lo que el periodismo puede lograr cuando se le dedica tiempo.
El trabajo del equipo interpretado por Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Brian d’Arcy James, Liev Schreiber y John Slattery, no es retratado de manera romántica, sino que muestra el proceso por el que las historias que investigan deben pasar antes de llegar a las páginas del diario.
Y es en esta labor que nos encontramos con reporteros como personas susceptibles a errores, así como a dudas y enojos, en especial al descubrir que el escandalo estuvo dormido por años, en las narices del grupo de periodistas.
Muchos han comparado a En primera plana con lo realizado en Todos los hombres del presidente (Alan J. Pakula, 1976), no me parece que sea el caso pero sin duda se trata de un gran título que el cine ha realizado sobre el trabajo periodístico.
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Ficha Técnica
Titulo original: Spotlight/ País: Estados Unidos/ Año: 2015/ Director: Thomas McCarthy/ Elenco: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Brian d’Arcy James, Liev Schreiber, John Slattery, Stanley Tucci, Billy Crudup/ Guion: Thomas McCarthy y Josh Singer/ Música: Howard Shore/ Fotografía: Masanobu Takayanagi/ Duración: 128 minutos
Cuando uno comienza a hablar de la película En primera Plana lo primero que destaca es tan controversial tema. Una situación que como audiencia nos ha impactado, y que la película no solo se enfoca en la búsqueda de la verdad como periodistas, aborda además un conflicto interno y religioso por parte de los personajes, de hecho es en lo que más se enfoca; las consecuencias, los rastros, lo que queda no solo de las víctimas después de lo sucedido sino como la población y sociedad responden ante tales hechos.
Claro. El tema es fuerte y duele saber la forma en que se ocultaron por tanto tiempo estos crímenes (diré que al final de la película me sentía sumamente enojada). La razón de escribir esta crítica desde la perspectiva del periodismo es sólo un enfoque desde el cual se puede ver la película.
Gracias por tu comentario 🙂
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