
Warner Bros | 2014
Tras un supuesto accidente en la planta nuclear japonesa en la que trabajaba, y que trajo como consecuencia la muerte de su esposa, Joe Brody (Bryan Cranston) ha pasado 15 años de su vida tratando de averiguar qué fue lo que pasó realmente. A pesar de la negativa de su hijo Ford (Aaron Taylor Johnson) se involucra sólo para descubrir la existencia de monstruos capaces de destruir el mundo.
Una vez que las gigantescas criaturas se revelan, los doctores Ishiro Serizawa (Ken Watanabe) y Vivienne Graham (Sally Hawkins) de la organización científica Monarca buscarán la manera de proteger a uno de ellos, el titán conocido como Godzilla.
Este es el tercer intento por parte de Hollywood de acercar al público occidental a Godzilla, para lo cual los sellos Legendary y Warner Bros eligieron al director británico Gareth Edwards, quien se enfrentaba a un reto monumental tras la desastrosa película de Roland Emmerich del 1998.
Para fortuna de todos los involucrados, el resultado fue bastante interesante.
Edwards entrega un trabajo en el que se busca poner en evidencia la estupidez humana, así como la incapacidad para entender que no somos el centro del universo y que existen fuerzas mucho más poderosas, como la propia naturaleza.
Una de las principales cosas que se criticaron de esta película fue la mínima presencia de Godzilla en pantalla, que si bien es cierto, la razón es que Edwards pone el foco de atención en los seres humanos como colectivo para así cuestionar aquellas acciones con las que ellos mismos suelen ponerse en riesgo. Ejemplo de ello, la misión para rescatar una ojiva que los propios soldados pusieron en el campo de batalla.
Con esta decisión se rescata el espíritu de la película original de 1954 en la que el centro de atención no era la destrucción que causaba Godzilla sino los actos humanos que trajeron como consecuencia la existencia misma del monstruo.
Ya fuera porque se tenía en la memoria la versión de Godzilla de Roland Emmerich o porque algunos meses antes se había estrenado en los cines Titanes del Pacifico (Guillermo del Toro, 2014), buena parte del público imaginó que vería dos horas de enormes monstruos golpeándose. Sin embargo, las películas más interesantes sobre Godzilla siempre han sido sobre algo más.
En versiones previas, el origen de Godzilla era consecuencia del uso de armas de nucleares. Sin embargo, ahora este personaje es la fuerza de la naturaleza encarnada en un ser viviente capaz de restaurar el orden (mientras que las pruebas con armas nucleares eran intentos por destruirle).
Pese a este cambio, Edwards demuestra un gran respeto por la franquicia, lo que se manifiesta cada vez que el monstruo entra en escena. Sus apariciones son tan imponentes que los humanos guardan silencio, tal y como ocurre en la escena del aeropuerto.
También es cierto que no todo en esta película es perfecto. El guion de Max Borenstein y Dave Callaham se vale de ciertas mañas para que la narración avance y sus personajes humanos (de manera individual) no son del todo atractivos.
Se trata pues de una historia que ofrece una perspectiva diferente a la acostumbrada en los blockbusters veraniegos, pero sobre todo que permite a un nuevo público acercarse – ahora si – a un personaje tan icónico como Godzilla.

Warner Bros | 2014
************
Ficha Técnica
Titulo original: Godzilla/ País: Estados Unidos/ Año: 2014/ Director: Gareth Edwards/ Elenco: Aaron Taylor-Johnson, Elizabeth Olsen, Ken Watanabe, Sally Hawkins, Juliette Binoche, Bryan Cranston/ Guion: Max Borenstein, David Callaham/ Música: Alexander Desplat/ Fotografía: Seamus McGarvey/ Duración: 123 minutos
Aprovechando la visita: Crítica | Kong: La Isla Calavera
Pingback: Crítica | Kong: la Isla Calavera | Sexta Fila
Pingback: Crítica | Godzilla: Rey de los Monstruos | Sexta Fila